Procesos más sencillos.
¿Quieres saber cómo se usan nuestras potentes herramientas con aplicaciones de terceros para lograr una posproducción impecable? Aquí te mostramos diferentes ejemplos.
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Así ayuda Final Cut Pro al equipo de vídeo de una agencia londinense a ser más rápido y creativo desde la importación hasta la entrega.
En un mundo tan competitivo como el de la creación de vídeos para empresas, tu valor se mide por el de tu último proyecto. El tiempo es dinero, y los clientes se centran en los resultados. Algo que conocen de sobra en Holler, una agencia de marketing con sede en Londres que impresiona con sus trabajos galardonados para algunas de las empresas más importantes del mundo, y que ha contado con Final Cut Pro desde sus inicios.
Holler se fundó en 2011, el mismo año que se lanzó Final Cut Pro 10.0. La agencia decidió basar todos sus procesos en esta nueva plataforma por sus prestaciones innovadoras y su alto rendimiento. En la actualidad, el equipo de edición de Holler confía plenamente en Final Cut Pro y centraliza tanto los proyectos como los archivos multimedia en un almacenamiento compartido para multiplicar su eficiencia.
Durante los rodajes se utilizan varios tipos de cámaras profesionales, desde réflex digitales hasta modelos de las gamas FX9 de Sony y Alexa de ARRI. El equipo de posproducción se sirve de las herramientas de importación de Final Cut Pro para añadir metadatos durante la ingesta y agilizar las tareas, incluso sin esperar a que el metraje termine de copiarse en el servidor.
Como los plazos son muy ajustados, el equipo de edición lo hace todo en la línea de tiempo de Final Cut Pro. Gracias a las herramientas de corrección de color y el Rastreador de Objetos, es posible aplicar gradaciones de color, darle a la imagen un aspecto más dinámico y hacer ajustes con total precisión. La mezcla de audio definitiva se realiza con los efectos de Logic incluidos en Final Cut Pro. Los filtros creativos y los plug‑ins de MotionVFX y CrumplePop permiten llevar la imagen y el sonido a otro nivel.
Además, con la extensión nativa de Frame.io, el equipo puede compartir proyectos y recibir opiniones sin salir de Final Cut Pro. Así consigue superar las expectativas de los clientes y terminar su trabajo en tiempo récord.
Cómo la propietaria de una pequeña empresa usa Final Cut Pro y Motion para ampliar su clientela y seguimiento en YouTube.
Jenn Jager es la fundadora de Plum Productions, una dinámica agencia multimedia que crea contenido para docenas de clientes en Florida del Sur. Además, cuenta con dos canales de YouTube en los que cubre la actualidad del mundillo de la producción de vídeo y da consejos sobre emprendimiento. El equipo de Jenn confía en la velocidad y eficiencia de Final Cut Pro para crear una gran cantidad de vídeos de alta calidad cada semana.
En Plum Productions, los productores colaboran con el cliente para desarrollar el mejor concepto posible para sus necesidades. La filmación se realiza con cámaras Sony emparejadas para capturar distintos ángulos, mientras que el audio se graba con micrófonos Sennheiser y Sony. Despliegan un dron DJI Mavic 2 Zoom para conseguir escenas espectaculares al aire libre, y cuando tienen que hacer planos complicados en espacios reducidos, un iPhone 14 Pro es su mejor aliado.
Los editores importan el contenido a Final Cut Pro y montan un proyecto en tiempo récord. A continuación, emplean Motion para generar efectos y títulos dinámicos y personalizados, además de recurrir a potentes herramientas como Continuum FCP con seguimiento y enmascaramiento Mocha de BorisFX. «En un plano vespertino con dron, utilizamos BCC+ Sunset de BorisFX para remarcar el cielo, y nos quedó de lujo», comenta Jenn.
Después, Jenn se pone a trabajar en sus canales de YouTube, donde captura metraje 4K en directo al tiempo que graba la pantalla del Mac con ScreenFlow de Telestream. Sincroniza ambos vídeos en Final Cut Pro, lo que le permite corregir el color y ajustar los tiempos al vuelo. Jenn crea gráficos y efectos preconfigurados con Pixelmator Pro y Motion, y usa la prestación Conformado Inteligente para sacar una versión vertical de su vídeo para TikTok o Instagram mediante un único y sencillo paso. Con el Mac Studio puede exportar archivos 4K impecables a una velocidad extraordinaria.
Gracias a la potencia y facilidad de uso de Final Cut Pro, Jenn ha conseguido llegar a un público cada vez mayor en las redes sociales y gestionar una exitosa empresa de producción.
Esta banda de hard rock usa los vídeos para aumentar su número de fans.
Los hermanos Trevor y Matt Wentworth formaron su banda Our Last Night en 2004, cuando solo tenían 10 y 15 años. Tres años más tarde, firmaron con una importante discográfica, pero en 2013 decidieron hacerse independientes. La banda empezó a utilizar los vídeos para promocionarse y ganar más seguidores. Final Cut Pro les dio la velocidad, facilidad de uso y potencia que necesitaban para hacer vídeos musicales increíbles con los que promocionar sus temas.
Our Last Night lanza unos 30 vídeos musicales al año, por lo que necesitan un proceso rápido que pueda seguirles el ritmo. Tardan dos horas en grabar un vídeo con una Canon c70 y elementos de iluminación de Aputure y Nanlite. Después de la grabación, Trevor descarga el material en un MacBook Pro de 14 pulgadas y empieza a editarlo inmediatamente en el estudio. El rendimiento de Final Cut Pro con el chip de Apple le permite trabajar a máxima resolución y ver el material sin necesidad de usar proxies o de renderizar.
Gracias al espacio de trabajo simplificado de Final Cut Pro, la banda puede editar sus vídeos sin enredarse en menús complejos o un montón de ventanas. Con las ondas de audio detalladas resulta muy fácil sincronizar varias tomas con la pista de música mezclada. Cuando terminan de editar, Matt aplica la gradación de color con un plug‑in de Color Finale. La posibilidad de superponer las herramientas de color en un único efecto le permite clavar el resultado que busca. Por último, emplea una LUT Osiris de color.io para dar al vídeo el toque profesional definitivo.
Final Cut Pro ha ayudado a Our Last Night a llegar a mucha más gente, hasta superar los 2,45 millones de suscriptores y los 2.000 millones de reproducciones. Y lo que les queda.
Cómo un experimentado equipo de edición ha utilizado Final Cut Pro para una película original de Netflix.
En la nueva película de Netflix Cielo rojo sangre del director Peter Thorwarth, una mujer con una misteriosa enfermedad se ve obligada a pasar a la acción cuando un grupo de terroristas secuestra un vuelo transatlántico nocturno. El veterano editor Knut Hake confió en Final Cut Pro para narrar esta singular historia. La increíble flexibilidad de esta herramienta le dio la libertad de explorar una gran variedad de opciones creativas para la película.
La grabación inicial del galardonado director de fotografía Yoshi Heimrath tuvo lugar en un estudio de Praga, donde el equipo de imagen digital creó archivos proxy ProRes LT a partir del metraje en formato ARRIRAW. Estos materiales y las grabaciones de audio originales se subieron al Content Hub de Netflix y se compartieron con el equipo editorial de Hake. Utilizaron Sync‑N‑Link X para crear rápidamente clips multicámara sincronizados por audio y LockitScript para añadir a Final Cut Pro los metadatos detallados de script tomados en el set.
Hake y su asistente, Sam Plümacher, necesitaban poner en marcha un proceso de edición que les permitiera trabajar juntos desde lugares distintos, además de llevar un seguimiento preciso de los impactantes efectos visuales generados por la factoría Scanline VFX. Dividieron la película en cuatro rollos y usaron la app de colaboración Postlab para editar secciones del proyecto simultáneamente. Así pudieron aprovechar la potente prestación de funciones de Final Cut Pro para identificar y controlar las tomas de efectos visuales. El equipo exportó archivos FCPXML para automatizar listas de tomas organizadas para Scanline VFX con EDL‑X y Producer’s Best Friend.
Una vez cerrado el montaje, Hake envió listas de edición muy precisas al estudio de posedición WeFadeToGrey en Colonia (Alemania) para realizar el conformado y etalonaje del material original. Además, usaron X2Pro para generar archivos para la posedición de audio y supervisaron las tomas de última hora con Change List X, de manera que todo el equipo de posproducción estuviera en sintonía.
Gracias a la flexibilidad y la velocidad de Final Cut Pro, un sólido ecosistema de apps profesionales y mucho esfuerzo, Hake pudo entregar la edición incluso antes de tiempo.
Cómo se hizo El banquero.
La primera película estrenada en Apple TV+ cuenta con un elenco de lujo: Samuel L. Jackson, Anthony Mackie, Nia Long y Nicholas Hoult. El banquero se basa en hechos reales y narra la historia de dos emprendedores afroamericanos (Jackson y Mackie) y los obstáculos que deben superar para levantar un imperio inmobiliario en la década de los 60 en Los Ángeles.
Para este original proyecto, el montador Joel Viertel y su asistente Steven Moyer necesitaban una app de edición tan singular como innovadora. Eligieron Final Cut Pro por sus potentes funciones de organización y la capacidad de ahorrar tiempo con la renderización y exportación en segundo plano. Además, sus exclusivas prestaciones de audio les permitieron diferenciar las fuentes de diálogos, efectos de sonido y música, así como mantener la línea de tiempo organizada sin tener que conectar pistas. Durante la edición inicial con contenido proxy, el equipo trabajó con sonido surround para conseguir un acabado aún más redondo.
La película se rodó en 35 mm. Primero se prepararon proxies a baja resolución rápidamente mediante una toma de vídeo en la cámara del set y, después, proxies en 2K con Kodak y Technicolor. Para empezar el montaje de inmediato, Viertel creó un clip Multicam para cada toma a partir del metraje comprimido. Tras integrar los proxies en 2K, los clips Multicam se actualizaron de forma automática y el nuevo metraje en alta resolución pasó a estar disponible en la línea de tiempo al instante.
Moyer usó Shot Notes X para añadir metadatos completos, que incluían notas de guion con rangos de palabras clave, «incrustación» de código de película y otros datos de edición final, como valores de gamma, relación dimensional e información de color. También añadió palabras clave de diálogos del guion final para que Viertel pudiera buscar las notas y encontrar fácilmente las tomas y escenas que tenía que montar. Utilizaron la prestación Funciones para organizar los elementos de audio y los efectos visuales. Y para controlar las versiones de los clips VFX en la línea de tiempo, crearon una hoja de cálculo a partir de los potentes metadatos de Final Cut con Producer’s Best Friend. El uso de estas dos herramientas les permitió generar rápidamente una hoja de cálculo con columnas personalizables y una gran cantidad de información de tiempos, y así ahorrar muchas horas localizando planos a mano.
A fin de agilizar el trabajo, Viertel y Moyer emplearon X2Pro Audio Convert para convertir los archivos XML de Final Cut a AAF con audio incrustado para usarlos en Avid Pro Tools. El hecho de compaginar Final Cut y Pro Tools sin problemas permitió al departamento de edición asociar funciones de audio específicas a pistas para facilitar el diseño de sonido. Por último, completaron los paquetes para la fase final mediante EDL‑X de Rainer Standke, una herramienta que permite crear listas de decisiones de edición (EDL), usadas habitualmente en la industria del cine para trasladar el contenido de un sistema a otro.
En un giro sorprendente, Apple decidió aprovechar la calidad de la película de 35 mm y distribuir el proyecto en 4K en lugar de 2K, como se había planeado en un principio. Aunque ya tenía muy avanzada la posproducción, el equipo pudo sacar partido a los increíbles procesos de trabajo con contenido proxy de Final Cut Pro para sustituir los planos del proyecto, hacer ajustes y, lo más importante, entregar la película a tiempo.